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martes, 8 de diciembre de 2009

EVA NUESTRA QUE ESTÁS EN EL BARRO

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Eva nuestra que estás en el barro. Larga fue la tristeza y lenta la agonía de tu pequeño cuerpo herido por las babas de ese dios homicida.
Te lloraron los niños de las minas sin alma de la puna en Jujuy,
la rosa de los vientos y el jume en esas soledades de Santiago del Estero,
el llanto entretejido en los tapices, cuando Catamarca deshilaba en la rueca los hilos y la sombra de aquellas tejedoras Belenistas,
la Pampa y su horizonte cuando Las Salinas Grandes eran espejos de agua empañados por los ojos de Roca y sus fusiles.
Eva nuestra que estás en el barro
te ha modelado el sueño de las embarazadas por la trampa y el hambre,
las fábricas con cientos de mujeres obreras.
La fragua de la vida te iba forjando eterna a pesar de los golpes y la lengua de los dueños del mundo, la furia desdentada de la señora gorda, sus tertulias de seda,
muchachita con ojitos de alondra y corazón de puta, un diamante en el barro, como decía la Walsh , te levantas ahora, te metes en la historia que inventaron tus dedos, le mueles a la muerte sus oficios terrestres, tu sexo a plena luz como una carcajada resonando en las calles
de un Buenos Aires que ya nunca volverá a ser el mismo .
¿Dónde estás Patria mía?
“Yaceré a cielo abierto” Patria adentro del hombre, comerán mis grasitas de este cuerpo y mis ojos, caminaré en el vientre del fuego de los niños y volveré millones cuando pase el olvido.
Yaceré a cielo abierto en una madrugada
en la que a Buenos Aires le duela mi recuerdo,
y en las casas humildes me lloren las mujeres
y en la palabra amor, resucite de nuevo.


Yaceré a cielo abierto, sin puñales ni sombras;
el Pueblo, como un ángel, me seguirá los pasos,
yo seré una bandera para que el niño ría
y la historia en el viento me levante en sus brazos.


Eva nuestra estás en el barro porque es de barro el hombre,
la ternura de piedra en sus manos callosas.






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1 comentario:

Lydia dijo...

Hermosa tu poesía. Gracias a la vida por ella. Un abrazo, Lydia